Buscar este blog

viernes, 13 de abril de 2018

Camino solo, en una carretera a ninguna parte.
Mi maleta esta llena de mi alma
                                                    vacia.
Vago por entre las penumbras
de un solsticio abrumado.
Ya no tengo prisa,
mi camino es largo,
pero nadie me espera.
Quizas una Dama Blanca guie mis pasos
hacia un tunel sin salida.
No, no tengo prisa, y, aunque mi alma
vacia de todo ser, se queje, nadie me espera.
Se levanta una tormenta de olvidos,
que se retuercen dentro de mi cabeza
y olvido como eran.
No, ya nadie me espera,
no tengo prisa,
y tu, que piensas?
Javier Saceda